Para abrir tu propia empresa en la península italiana primero debes familiarizarte con el sistema y buscar asesoría si es necesario. Comprender cuáles son los tipos de sociedades en Italia es uno de los primeros pasos porque hay que definirlo para hacer el registro. En Gestionista Italia explicamos cada una de las alternativas.
Invertir en Italia
Por mucho tiempo, la reputación de Italia respecto a la dificultad para crear una empresa alejó a inversores. Sin embargo, las nuevas políticas han traído mayor apertura y ahora el país deja ver todas las oportunidades que tiene.
Un país que es rico en turismo -algo que no se puede negar a pesar de las limitaciones actuales- y con una ubicación estratégica, tiene la capacidad de generar inversión. Las trabas existentes en el proceso de crear una empresa lo hacían muy complicado, pero ahora se han facilitado los procesos.
Gracias a las nuevas políticas, el país ha comenzado a atraer más capital y a llamar la atención de inversores extranjeros; incluso más que otros de la Unión Europea.
Esto no significa que se acabaron las trabas. La burocracia sigue siendo una de las características del proceso; sin embargo, la clave está en familiarizarse y entenderlo para llevarlo a cabo. En este sentido, para comprender como abrir un negocio en Italia es conveniente buscar asesoría especializada.
Incluso en un momento difícil como el que estamos atravesando todos por la covid-19, no es descabellado pensar en invertir en Italia. Al contrario, en toda crisis surgen oportunidades y puedes aprovechar este momento si eres capaz de detectar las necesidades en el país.
No obstante, si ya tenías un plan y tuviste que detenerlo por la pandemia, es conveniente que lo evalúes. Los mercados han cambiado mucho los últimos meses y quizá la idea de negocio que tenías no es factible en este momento.
En ese caso debes evaluar si tienes que pensar en otro tipo de negocio o esperas a que acabe la crisis para ver si tu proyecto se ajusta la nueva realidad.
Abrir un negocio siendo extranjero
Una duda en torno a este tema es cómo abrir un negocio en Italia siendo extranjero. Para entender este proceso hay que dirigirse a las leyes.
La manera más sencilla de explicarlo es que todos los ciudadanos de otros estados de la Unión Europea, sean personas jurídicas o físicas; así como los miembros del Espacio Económico Europeo reciben reciprocidad automática. Es decir, reciben el derecho de invertir y establecer una sociedad en Italia.
Bajo esta misma condición están los ciudadanos extracomunitarios que tengan residencia válida en la península; los refugiados y personas apátridas con residencia mayor a tres años en el país.
Para quienes queden fuera de esta lista, es decir, ciudadanos y empresas no europeas se aplica el principio de reciprocidad. El sitio web Noticias Jurídicas explica que hay que analizar si un ciudadano italiano puede establecer una sociedad, similar a la que quiere establecer la persona extranjera en Italia, en el país de procedencia de esta.
Agrega que es difícil encontrar coincidencias exactas, pero con la asesoría jurídica correcta se ubica la más adecuada.
Esto quiere decir que si eres ciudadano español puedes crear una sociedad en Italia sin inconvenientes. Pero si eres argentino o de cualquier otro país no europeo, primero debes revisar los acuerdos bilaterales con Italia.
Si existen es posible que no se aplique el principio de reciprocidad; de lo contrario, sí será necesario.
Si obtienes las partidas italianas de tus ancestros y consigues la ciudadanía italiana, entonces tendrás derecho a registrar alguno de los tipos de sociedades en Italia.
¿Cuáles son los tipos de sociedades en Italia?
Una vez que te decides por abrir un negocio en la península italiana debes llevar adelante una serie de procesos. Aquí se incluyen obtener el documento de identidad y el código fiscal; abrir la cuenta bancaria; registrarse en el IVA y en el Registro Mercantil, y acudir ante un notario con los estatutos de asociación.
Además, hay que esperar que un tribunal de la comuna donde registrará la sociedad la apruebe.
Al momento de presentar los estatutos de asociación ante el notario ya tienes que haber decidido entre los distintos tipos de sociedades mercantiles en Italia. Después de analizar cada uno puedes decidirte por el que más te conviene para constituir tu empresa.
Los inversionistas extranjeros optan por la Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL), Sociedad por Acciones (SPA) o una sucursal de su negocio ya establecido. Sin embargo hay más opciones que se encuadran dentro de dos categorías distintas. Estas son:
- Sociedades mercantiles con carácter personalista:
- Sociedad Simple (s.s.).
- Società in Nome Collettivo o, en español, Sociedad General (s.n.c).
- Sociedad en Comandita (s.a.s).
- Tipos de sociedad mercantil sin carácter personalista:
- Sociedad de Responsabilidad limitada (S.R.L.).
- Società per Azioni (S.p.A.), o sociedad por acciones.
- Sociedad por Comandita por Acciones (S.A.p.A.).
Conozcamos las características de los tipos de sociedades en Italia más utilizados:
Sociedad de responsabilidad limitada
Esta es el tipo de sociedad más popular para registrar empresas medianas y pequeñas. Ofrece flexibilidad a los fundadores en lo que a la administración se refiere. En este sentido se puede nombrar a uno o varios administradores.
Existen dos tipos de sociedad de responsabilidad limitada: la tradicional (S.R.L) y la simplificada (S.R.L.S.). En ambos casos el patrimonio de los socios está protegido. Es decir, lo único en riesgo es el capital en la empresa.
La sociedad también debe tener domicilio en Italia y contar con, al menos, un accionista y un consejero o administrador. Asimismo, deben presentar cada año las cuentas auditadas.
La diferencia principal entre una SRL y una sociedad de responsabilidad limitada simplificada está en las restricciones de capital social.
En la Ley de sociedades de Italia se establece que para formar una S.R.L.S. el capital social debe ser menor a 10.000 euros. Mientras que en la S.R.L. puede ser superior a esa cifra. Además, en las simplificadas solo participan personas físicas y no otras sociedades.
Cuando se conforma una SRL con un capital superior a los 10.000 euros se aporta el 25 % del capital al inicio. El resto se entrega si los administradores lo solicitan.
Para la SRLS es diferente, debe entregarse todo el capital social de inmediato.
La SRLS es adecuada para emprendimientos y personas jóvenes que quieran iniciar su propia empresa.
La Sociedad de Responsabilidad Limitada es apta para empresas con cualquier tipo de actividad, con excepción de aseguradoras y entidades bancarias.
Sociedad por Acciones
La SPA es el equivalente a la Sociedad Anónima en España. Es otro de los tipos de sociedad en Italia más populares, pero en este caso más adecuada para empresas grandes; es decir, que tengan un capital mínimo de 50 mil euros.
Como el nombre lo indica, el capital está dividido en acciones. Si hay varios socios se aporta el 25 % del capital al inicio, pero si es uno solo, entonces debe abonarlo todo de una vez.
Otra condición es que debe tener al menos un administrador, junta de accionistas y un organismo de control, que puede ser un colegio sindical.
La Società per Azioni es la única que puede cotizar en bolsa. Por otra parte, deben presentar la auditoría de sus cuentas en el Registro Mercantil.
Al igual que en el caso anterior, los bienes personales de los accionistas no corren ningún riesgo.
Sociedad Simple
Es la forma más básica entre los distintos tipos de sociedad mercantil y no requiere de un capital mínimo para poder conformarla; por eso último tampoco está sujeto a quiebra. No se puede utilizar para actividades comerciales.
La Società Semplice está en la categoría de sociedades con autonomía patrimonial imperfecta. Es decir, que en el caso de reclamos por parte de un acreedor, puede atacar a los bienes personales del accionista, no solo a los corporativos.
La responsabilidad puede ser ilimitada o, lo que es lo mismo, queda implícita la responsabilidad de todos los accionistas con sus bienes presentes y futuros. O también puede ser en solidaridad; es decir, que cada accionista paga la totalidad del crédito sin importar el tamaño de su participación.
En cuanto a la administración puede ser disyuntiva, que cada accionista lo haga por separado; aunque los demás pueden oponerse al acto que quiera hacer uno de los socios.
También pueden acordar la participación de todos para decidir cada acto de gestión; o establecer un modelo mixto.
Sociedad colectiva
También se traduce como sociedad general. Al igual que la Società Semplice, todos los accionistas son responsables, sin limitaciones, de las obligaciones corporativas. Pero a diferencia de esta, en la SNC sí pueden realizar actividades comerciales.
Es obligatorio inscribir la sociedad general en el registro mercantil. Si no se hace se considera como una SNC irregular y recibe el trato de una sociedad simple.
En la escritura de constitución debe estar la información de los accionistas y la razón social (nombre de la empresa) que debe incluir el nombre de alguno de los socios.
La sociedad general sí está sujeta a quiebra y a procedimientos concursables. En cuanto a la administración, por lo general, está a cargo de cada accionista.
Estos son los tipos de sociedades en Italia. Si tienes en proyecto abrir una empresa Italia, primero debes entender de qué se trata cada uno para hacer la elección más adecuada.
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